¿Qué
opinan de este texto de Carolina?
No
hable: toque, pinte, dance o actúe
Rosa
Carolina González Romero
Soñar implica entrar en un mundo
individual, personal y único. Cuando estoy dormida o sueño despierta, tengo en
la mente un lienzo en blanco. Soy capaz de pintar con ayuda de la imaginación
cuevas oscuras, anchísimos mares, ciudades ruidosas y todo lo que quiera.
Alguna vez tuve un sueño que recuerdo bien. No es como los demás que
llegan y se van fugazmente al abrir los ojos. Mi utopía es el arte y mi sueño
es mi utopía.
De la oscuridad de mi sueño emergió un escenario iluminado como en el teatro.
Lo admiré curiosa y también a la pareja que en él esbozaba movimientos de danza
ágiles y graciosos. Intenté hablar y decirles lo fascinada que me sentí al
verles bailar, pero de mi boca no salían las palabras…
Después me encontré en una plaza
al aire libre, en donde estaban reunidas muchas personas. De repente apareció
en las manos de cada uno de ellos un instrumento musical diferente. Cuando los
ahí reunidos tomaron conciencia de que poseían una guitarra, una flauta, una
trompeta o un violín comenzaron a tocar melodías improvisadas. Pero la belleza de
los acordes y arpegios era tal que la piel de mis brazos se enchinó tanto o más
que cuando hace un frío despiadado y se lleva puesto sólo un suéter delgado.
De nuevo intenté expresar lo que sentí al escuchar a la improvisada
orquesta, pero de mi boca no emanaba siquiera un sonido ahogado.
No sé cómo llegué a la orilla de la playa y me volví sensible a todo lo
que estaba a mi alrededor: los sonidos, la textura de la arena y el olor a sal.
Estaba leyendo y las páginas del texto me habían transportado vívidamente a
donde menos pensaba.
Entonces no quise hablar. Entendí que ya no estaba en un mundo regido
por las palabras,
sino que ahí todo lo que se quisiera
comunicar se hacía por medio de la expresión humana, la artística. No hacía
falta nada más.
El cuerpo es el instrumento del artista. Su voz estremece, sus manos
crean, sus pies flotan y, como resultado, su obra final transmite. Ya sé por
qué no necesité de las palabras, porque en mi utopía el lenguaje se resume en
la esencia del humano: el arte.
Al fin y al cabo, es nada más un sueño.
Bien redactado, muy bonito, se centra en una sola parte, Arte.
ResponderEliminarTiene una muy buena redacción y es un texto muy lindo. Porque le da diferentes matices a su sueño y nos habla de lugares y cosas que pasan por su cabeza, resulta muy interesante.
ResponderEliminarEl texto de Caro me gusta, me identifico con las escenas que describe, y la sutileza con la que describe el arte y sus representaciones... y me fascina cómo expresa su atracción hacia el mismo, tant así que considera al arte una utopía.
ResponderEliminarMe gusta el texto, no tanto por la redacción sino por la idea. Creo que en muchas ocasiones no importa la forma en la que escribes mientras plasmes algo hermoso con ayuda de las palabras. Eso es lo que consiguió Caro y por eso me gusta su manera de introducirnos al mundo que construyó.
ResponderEliminarExcelente texto,(según yo ya lo había comentado); bueno había escrito que Caro logra delimitar bastante bien el tema, no divaga en la paz, el amor, étc, su mundo perfecto esta plasamdoen el escrito, es preciso y hermoso.
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